De pronto, escapa un recuerdo. Corre dejándome atrás y lo encuentro aquí, publicado en el blog. Es impresionante cómo, antes de recordarlo yo, ya lo podéis leer todos. Es un recuerdo remoto, tan remoto que ni siquiera es mío, pero yo lo recuerdo.
Me recuerdo en el centro comercial, muy distinto a los que probablemente frecuentes. Solía ir ahí con mis amigos a pasar el tiempo. Pasábamos las horas subiendo y bajando las escaleras mecánicas. Bajábamos cuando las escaleras subían, subíamos cuando las escaleras bajaban. Era increíble. ¡Quién habría imaginado que tales inventos eran posibles!
Sé que hoy suena muy antiguo, pero no ha pasado tanto tiempo como parece. Todavía bajamos cuando las escaleras suben, y subimos cuando las escaleras bajan. A nuestro alrededor todo cambia. El problema es que cambia rápido. Más rápido de lo que podemos cambiar nosotros. De hecho, ese cambio que ha recorrido infinidad de vidas, cambiándolas por completo, ha pasado hoy, en menos de un día.
¿Te ha gustado? ¡Suscríbete!
¿Te ha gustado? ¡Suscríbete!
Sí.
ResponderEliminar