domingo, 3 de marzo de 2013

Una batalla única en la historia

El sonido metálico de las espadas chocando daban una horrible música a la batalla feroz que en aquel navío tenía lugar. Los dos piratas, cada uno honrado a su manera, utilizaban su arma de manera ágil y veloz, buscando hundirla en el adversario. Los pies de ambos parecían bailar al compás de la batalla, una batalla única en la historia.
La destreza de cada uno era digna del mejor de los guerreros, y sus espadas debían estar hechas por el herrero más experimentado.
De pronto, uno de ellos cayó al suelo, y un golpe acertado de su oponente logró desarmarle. El pirata caído, en objeto de defensa, cubrió su cara con los brazos. Con aire vencedor, el corsario que aún estaba en pie levantó su espada apuntando al enemigo caído, con intención de terminar la batalla. Sin embargo, las palabras del casi vencido pirata frenaron la espada amenazante:
- "Crucis", no me ataques.
Esa palabra, pequeña pero certera, dio suficiente tiempo al niño para volver a la batalla. Y continuaron los dos, jugando toda la tarde.


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4 comentarios:

  1. Wow!!! Increible coo nos has "metido" en una historia de piratas tan real como la que "vivíamos" y así "nos la creíamos" cuando jugabamos de pequeños.
    Me ha encantado!!!

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  2. Respuestas
    1. ¡Muchas gracias! Aquí estoy, como bien sabes, sediento de opiniones, consejos... ¡y cualquier cosa que me ayude a aprender a escribir mejor!

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