domingo, 4 de mayo de 2014

Cuerpo entumecido

Papá enciende la luz de mi cuarto y me despierta. Pasea por la habitación buscando algo. Yo le miro, pero no distingo bien lo que veo. Mis ojos no se han acostumbrado todavía a la luz. Siento el cuerpo entumecido y no me muevo.
Al poco tiempo papá encuentra lo que buscaba y sale de la habitación. Apaga la luz al salir. Yo sigo sentado con la espalda apoyada en la pared. No me muevo. Ahora ya me va a costar dormir. Sigo con el cuerpo perezoso, especialmente los ojos, pero mi mente esta agitada.
Durante lo que a mí me parecen horas, estoy pensando en miles de cosas. Siempre me pasa, me quedo pensando y no puedo dormir. "Cómo me gustaría que..." "Ya, pero en realidad es imposible que ocurra". Pienso en infinidad de cosas, y algunos de mis pensamientos contradicen otros. Resulta curioso, quizás, pero sueño más cuando no puedo dormir. ¡Hay tantas cosas que me gustaría que ocurriesen!
Pero al final siempre acabo triste. La melancolía acaba llegando cada noche y, si pudiera, rompería a llorar. Hay sueños que no se pueden cumplir.
Aún así, cada noche miro fijamente la ventana hasta quedarme dormido, y pido con todas mis fuerzas que llegue ya. Que llegue ya mi hada azul.


¿Te ha gustado? ¡Suscríbete!

4 comentarios:

  1. Un placer cuando le pones palabras a tus sensaciones y sentimientos, como siempre. Me veo reflejada más de una vez. ¡¡¡GRACIAS!!!

    ResponderEliminar
  2. ¡Gracias por comentar! ¡Es un placer tenerte leyendo por aquí!

    ResponderEliminar
  3. Si no abres la ventana el hada azul no podrá entrar aunque quiera, Pinocho! No dejes de escribir :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡No dejaré de escribir, y dejaré entrar al hada azul! ¡Gracias por comentar!

      Eliminar